De la misma manera que la Enc. “Laudato Si”, sobre el cuidado de la casa común (2015), la Enc. “Fratelli tutti” está inspirada en San Francisco de Asís y tiene una conexión muy fuerte con el Movimiento Scout.
Pensemos en el Principio “Deber para con los demás”, en el texto de la Promessa (“ayudar al prójimo”) e en el artículos 3° (“ayudar a los demás”) e 4° (“amigo de todos”) de la Ley Scout.
Independientemente de la religión, creo que todos del Movimiento Scout deberían leer y reflexionar sobre la Enc. “Fratelli tutti”.
Una reflexión sobre la parábola del buen samaritano para el día de hoy, como sugiere la Encíclica (puntos 69 a 83, 101 e 102), parece muy interesante para una reunión de Rovers o Dirigentes. Jesús propuso esta parábola para responder a una pregunta: “¿Quién es mi prójimo?” (Lc 10, 29).
¿Qué reacción podría provocar hoy esa narración, en un mundo donde aparecen constantemente, y crecen, grupos sociales que se aferran a una identidad que los separa del resto? ¿Cómo puede conmover a quienes tienden a organizarse de tal manera que se impida toda presencia extraña que pueda perturbar esa identidad y esa organización autoprotectora y autorreferencial? En ese esquema queda excluida la posibilidad de volverse prójimo, y sólo es posible ser prójimo de quien permita asegurar los beneficios personales. ¿No te parece que la palabra “prójimo” pierde todo significado, y únicamente cobra sentido la palabra “socio”, el asociado por determinados intereses?
Son muy buenas las reflexiones que se pueden hacer a partir de la Enc. “Fratelli tutti”, contribuyendo a un análisis en profundidad de los valores contenidos en la Promessa y la Ley Scout. En el final, ¿quién es el prójimo al que prometemos ayudar?